-Fernando Carro es una de las estrellas del Gran Premio Ciudad de Valencia, este sábado en el Luis Puig
Fernando Carro entra en la pista cubierta como quien atraviesa un túnel de camino a su destino. El madrileño debuta bajo techo este sábado en el Gran Premio Ciudad de Valencia (entre las 12 y las 18.30 horas, retransmitido por streaming), en el Luis Puig, con la idea de sumar unas pocas competiciones -Valencia, Barcelona, Madrid y el Campeonato de España- en su preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio. Y dice que llega sin pensar en la victoria, solo con la idea de trasladar al tartán todo el entrenamiento de fondo que ha realizado este invierno, pero más enfocado casi hacia unas sesiones de calidad, de exprimirse, que de buscar una plaza para el Europeo (del 4 al 7 de marzo en Torun, Polonia). “De hecho es posible que si lograra una plaza hiciera como otros años y renunciara para que otro compañero, un atleta para quien un Europeo en pista cubierta sí sea su gran aliciente, tenga su oportunidad”.
El atleta de Nike disputará la serie A de los 3.000 -Memorial Toni Lastra- frente a rivales de la entidad de Jesús Gómez, el vigente campeón de España de 1.500 en pista cubierta (7:48.76 en el 3.000 ‘indoor’); Dani Arce, su gran rival el pasado verano en los obstáculos; Nacho Fontes, uno de los grandes valores emergentes, que el año pasado corrió los 1.500 en 3.33 y que la semana pasada debutó bajo techo con una marca de 3:40.76 (mínima para el Europeo); el valenciano Abderrahman El Khayami, que ya ha corrido en el Luis Puig en 3:41.61 (mínima para el Europeo); Nassim Hassaous, que bajó de 3.37 en 1.500 al aire libre, y Jesús Ramos, quien hace un mes corrió en Portugal un 10.000 en 28:22.42. Y al frente de ellos, una liebre de lujo como Rober Alaiz, quien debe asegurarles un ritmo de paso del 1.000 en 2.38 porque la idea es que bajen, no ya de 7.55, la mínima para el Europeo, sino de 7.50.
Carro, que está en la pista porque la temporada de cross se ha derrumbado, detecta entre los atletas españoles “muchas ganas por competir”. La primera gran carrera del invierno será esta de Valencia. “Va a ser un gran test para todos, una carrera que seguro que va a ser muy bonita. Estamos todos muy agradecidos a la federación valenciana por sacar adelante este mitin. El deporte está demostrado que es positivo y Valencia lo tiene muy claro. Lo demostró sacando adelante el maratón y el medio maratón en diciembre, y lo demuestra ahora con este gran mitin. Están defendiendo nuestros intereses, los del atletismo y los atletas profesionales, que debemos ser una especie de rompeolas para todos los corredores aficionados que hay detrás y que también merecen practicar deporte”.
El subcampeón de Europa de los 3.000 m obstáculos ha encontrado, además, un refugio en Valencia, la ciudad a la que se marcharon varios fondistas y mediofondistas cuando cayó la gran nevada sobre Madrid. “Mi chica (la también atleta Clara Viñarás) y yo nos vinimos el domingo después de la nevada. Ella tiene el síndrome de Raynaud -se estrechan los vasos sanguíneos cuando hace frío- y sufre mucho con el invierno de Madrid. Yo no pude sacar mi coche, pero ella sí y desde entonces estamos disfrutando del buen tiempo en Valencia. Le estoy haciendo muchos kilómetros al río, al velódromo de La Pobla y a la pista. La verdad es que ha sido un acierto venirse aquí, como han hecho otros muchos atletas como Jesús Ramos, Valladares, Lucía Rodríguez, David de Blas, Marta Pérez, Celia Antón, Dani Arce…”.
Aquí afronta una segmento del año que afronta como una transición más hacia Tokio. “He estado en todos los campeonatos que existen menos en Europeos y Mundiales en pista cubierta. Con todo el respeto, no me interesan. Otros años he renunciado a mi plaza y, si se diera esta temporada, es muy posible que haga lo mismo. El Europeo no me atrae de manera especial. No tengo tantas garantías en un 3.000 como para meter monedas ahí. Porque, además, si fracasas, tiene una repercusión psicológica que no me favorece en nada”.
Carro asegura que no viene a Valencia obsesionado con la victoria. “Yo soy un atleta de campeonatos, donde soy mucho más correoso que en este tipo de mítines, y aquí solo vengo en busca de estímulos, aunque no tengo nada que perder y mi idea es bajar de 7.55 o así. Si van más rápidos, para bajar de 7.50, les dejaré ir y trataré de ser inteligente porque luego se te hinchan las patas y se producen los cortes. Yo iría a asegurar bajar de 7.55 y después ya que gane el más rápido. Mi objetivo son los Juegos Olímpicos”.
De hecho, el madrileño asegura que todo lo que hace está enfocado a llegar en su mejor momento al verano, cuando perseguirá dos objetivos: “Hacer una gran marca en los obstáculos y llegar lo mejor posible a los Juegos”.