El valenciano, subcampeón de Europa de los 110 metros vallas y cuarto en los Juegos Olímpicos, estará en el Luis Puig el 7 de Febrero: “Me encanta el gesto de donar la recaudación a los afectados por la Dana”
La vida de Quique Llopis dio una vuelco en 2024. Después de un invierno notable, con un cuarto puesto en los 60 metros vallas del Mundial bajo techo de Glasgow, en marzo, llegó un verano esplendoroso en el que logró la medalla de plata en el Europeo de Roma y un cuarto puesto en la final olímpica de los 110 metros vallas. Pero el deporte es una rueda que nunca para de girar y el valenciano ya está inmerso en una nueva temporada atlética con unas pocas estaciones. Una de ellas, la más emotiva para él, llegará el próximo 7 de febrero en el Palau Velódromo Luis Puig, donde será una de las grandes estrellas del Gran Premio Internacional de Atletismo Valencia 2025.
Llopis ha esquivado la ola de frío que recorre la península gracias a que está concentrado hasta este viernes en La Orotava, en la isla de Tenerife. Dos semanas de una concentración de la que sale pletórico de forma. Su debut esta temporada se producirá el 31 de enero en Miramas (Francia); el 7 de febrero correrá en Valencia; dos días después, en Dusseldorf (Alemania); el 13, en Lievin (Francia), y lo siguiente ya será el Campeonato de España de Gallur, en Madrid, y el Campeonato de Europa en Apeldoorn (Países Bajos), del 6 al 9 de marzo. En al aire, todavía, otras dos citas: el WIT de Madrid y el Mundial de Nanjing (China).
El plusmarquista español de los 60 metros vallas asegura que su gran reto para 2025 es el Mundial de Tokio, en septiembre. “En principio me quiero tomar la pista cubierta como el año pasado, de preparación para al aire libre, que nos fue muy bien. Ahora mismo todavía estoy en periodo de carga, metiéndome mucha caña. Yo creo que en febrero ya estaré muy bien, pero hay que ir con calma”.
El alumno de Toni Puig no quiere destapar sus cartas sobre si se ve con opciones de mejorar el récord nacional que comparte con Orlando Ortega (7.48). “Yo sé para lo que estamos y para lo que no. A la gente le gusta hablar y muchos se creen catedráticos, pero nosotros vamos con calma porque sabemos cómo es nuestra preparación”.