El de Bellreguard confirma su dominio frente al joven prodigio Abel Jordán y la valenciana alcanza su primer título absoluto, un honor que ya había alcanzado su padre, Rafa Blanquer
En la zona mixta, donde se cruzan los éxitos y las decepciones, los atletas eufóricos con los llorosos, Quique Llopis se muestra como siempre, con una felicidad comedida. A su lado, el nuevo prodigio de la velocidad y las vallas, Abel Jordán -campeón en el 60 y subcampeón, tras Llopis, en el 60 metros vallas-, acaba de batir el récord de España sub23 (7.53) y, de paso, poner contra las cuerdas al subcampeón de Europa y finalista olímpico. Pero el de Bellreguard, ya una estrella internacional, maneja la tensión que le hace romper la primera valla, y, metro a metro, va recuperando hasta superar a Jordán, de raíces caribeñas, una familia que emigró de España a Cuba huyendo de Franco y, de vuelta, de Cuba a España, huyendo de Fidel Castro. Un triunfo de mucho mérito con una marca que le deja una vez más a dos centésimas del récord nacional que comparte con Orlando Ortega.
El pupilo de Toni Puig ha superado el primer gran reto del invierno. Ahora solo le queda el mitin de Madrid y, después, el Europeo y el Mundial en una temporada de pista corta con demasiados compromisos para un atleta que piensa, está convencido, que su verdadero potencial está en los 110 metros vallas y no en los 60.
En esta recta final tratará de afinar la salida, donde le está costando encontrar su mejor versión pues sale cada vez empujando más fuerte, y sabe que si mejora esos primeros apoyos podrá luchar por todo en Apeldoorn (Países Bajos) del 6 al 9 de marzo. “No firmo la medalla de bronce ni otro resultado que no sea el triunfo. Yo soy muy ambicioso y siempre aspiro a lo máximo”.
Llopis sigue perfeccionando su equipo de trabajo, invirtiendo en el atleta de élite que es, y recientemente ha cambiado de nutricionista para poder recibir atención prácticamente las 24 horas del día.
Paula Blanquer triunfó en la prueba femenina de los 60 metros vallas. Es el primer título de la hija de un saltador, Rafa Blanquer, también su entrenador, que fue campeón de España en doce ocasiones (ocho al aire libre y cuatro en pista cubierta). Y, como Llopis, también tuvo que capear la tensión de sentirse favorita ante rivales de la talla de Loreto Pagès, dos años más joven, que corrió más rápido que nunca (8.19 para colgarse la plata) o Xenia Benach, que pinchó, después de haber deslumbrado en las series y las semifinales, y acabó quinta. La valenciana corrió una vez más en 8.16 y se confirmó, de paso, como la líder española del año.
La atleta de 21 años, que viene de encadenar tres títulos de campeona de España sub23, aseguró que fue el campeonato donde se sintió más presionada por ser la favorita. “Me veía muy bien y muy rápida, pero esta vez lo más difícil ha sido manejar los nervios. Yo suelo ser bastante tranquila, suelo aguantar bien la tensión, pero esta vez me he notado más nerviosa de lo normal, aunque finalmente lo he podido controlar. Sé que estaba para correr más, pero aquí lo importante era ganar”.
Blanquer dice que se ve ya preparada para correr en las marcas que en los próximos años deben llevarle a los grandes campeonatos internacionales. “Yo me veo muy capaz, en el futuro, de estar en los Europeos y los Mundiales. Y a mí eso me motiva mucho y es lo que me hace correr”.
Uno que ya conoce de sobra lo que es ser campeón de España es Pablo Torrijos, con siete medallas de oro solo en pista cubierta, pero que atraviesa una crisis que le ha llevado a más de un metro de lo que fue su récord de España (17,18). A Gallur viajó sabiendo que no tenía opciones de volver a ser campeón, pero sí de volver a saltar 16 metros y subir al podio. El castellonense lo logró con muchas dificultades, pero al final se colgó la medalla de bronce con un mejor salto de 16,05.
Una de las sorpresas más gratas del último día la dio Naiara Pérez, una saltadora de pértiga de 19 años que logró la medalla de bronce después de saltar 4,25, que es su mejor marca personal y un nuevo récord autonómico (ya era suyo con 4,20). La atleta que entrena con Manel Miralles protagonizó un gran concurso y no cometió ningún nulo hasta 4,15. Al final se benefició del trabajo que ha hecho en las últimas semanas con una pértiga más dura para afrontar con más garantías alturas superiores y de ahí vino esta mejora. “He cambiado de las pértigas de 4,25 a las de 4,45 y la verdad es que me he sentido bastante cómoda. Tengo facilidad para ir cambiando”.
Otra mujer que salió de la pista de Gallur con un nuevo récord autonómico fue Carla Masip. La castellonense luchó en la última vuelta por la medalla de bronce en los 1.500, pero finalmente cedió en la recta ante Mireya Arnediyo (tercera tras Esther Guerrero y Marina Martínez). De la tercera a la cuarta se beneficiaron del rápido ritmo que imprimió Guerrero desde el principio y firmaron su mejor marca personal, que para Carla Masip supuso, además, mejorar el récord autonómico que batió en el Gran Premio de Valencia. La nueva plusmarca es de 4:16.76.
Dos lanzadoras de la Comunitat Valenciana lograron un puesto de finalista en la final de peso. Judit Prats, de Gandia, acabó cuarto con su mejor marca de la temporada (14,59). Inés Safont, de 20 años, terminó sexta (14,37). Sandra Férriz, que había sido quinta en el pentatlón, solo pudo lanzar 13,81 -en las combinadas hizo 14,29- y eso le llevó hasta la novena plaza.
Laura Castillo, una atleta del Safor Teika, redondeó una gran temporada de pista corta con el séptimo puesto en la final de 200, dos semanas después de proclamarse campeona de España sub23.
En la final de 1.500 masculina, el alicantino Javier Mirón no tuvo opciones de pelear las medallas y acabó en séptima posición. En otra final, la de 800, Havana Allistone-Greaves corrió con mucha torpeza y desperdició el gran estado de forma con el que se presentó en Madrid. La atleta que se prepara con José Antonio Redolat -un entrenador que llevaba a 12 atletas en este campeonato- acabó en sexta posición.
El atletismo valenciano acaba el Campeonato de España con diez medallas. Cuatro de oro: Paula Blanquer (60 metros vallas), Alba Ramírez (pentatlón), Quique Llopis (60 metros vallas) y Pablo Roelas (heptatlón). Una de plata de Andreu Boix (heptatlón). Y cinco de bronce: Jorge Dávila (heptatlón), Evelyn Yankey (longitud), María González (triple salto), Pablo Torrijos (triple salto) y Naiara Pérez (pértiga). La Comunitat Valenciana acabó tercera en la tabla de puntuación por detrás de Cataluña y Madrid.